lunes, 28 de noviembre de 2016

ceda

LA II REPUBLICA ESPAÑOLA DE LA  DERECHA.


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Todavía recuerdo cuando en el colegio estudiábamos la guerra civil y la CEDA era nombrada y explicada aunque de manera un poco vaga, a diferencia de otras corrientes del momento. Ciertamente no es que fuera ni mejor ni peor, pero quizás pare entender a la CEDA hay que también entender un poco el contexto existente del momento. La CEDA que surge como una confederación de partidos en respuesta a los condicionantes del momento.


Pero para entenderla, hay que saber que esta no era antirrepublicana como muchas personas siempre han entendido, aquí surgen dos corrientes de una plataforma católica llamada acción nacional, dicha plataforma englobaban los defensores de la religión y de la política social que emanaba de la iglesia. Esta se dividía en dos bandos: Los que aceptaban la república entre los que estaban José María Gil-Robles del que hablaremos más adelante por otro lado, los monárquicos que no aceptaban la república que acabaron separándose de este grupo tras el intento fallado de golpe de estado del general Sanjurjo en 1932.


Pero para explicar la aparición de la CEDA como tal, hay que remitirse a febrero y abril de 1933. En estos años se celebran los congresos de partidos de derechas, donde surge la denominada CEDA o Confederación Española de Derechas Autónomas. Una coalición formada por partidos de todo tipo desde monárquicos, liberales o agrarios. Ante todo les unía unos puntos en común que giraban en torno a los valores católicos de España y sobre todo, una defensa frente a la acción radicalmente laica del gobierno republicano como la de eliminar los símbolos religiosos de las escuelas o romper el concordato con la Santa Sede. Esta confederación llegó a ser el partido con mayor número de militantes en torno a los 700.000 afiliados. Además tuvo gran arraigo en la sociedad sobre todo porque se movía mucho a través de las asociaciones religiosas.



En las elecciones de 1933 gana la CEDA con 115 diputados y gobierna en coalición con el Partido Radical Republicano. En este caso ambos gobiernan en un bienio que ha sido conocido como un bienio contra reformista, en comparación al del gobierno anterior. Aunque también es verdad que no fue una etapa fácil de la república. En este caso la izquierda perdió por que claramente estaba desunida, sobre todo en el PSOE donde cada vez cobra más fuerza un bando radical que busca la revolución marxista en España y que posteriormente provocó la revolución de 1934.  No fue una etapa fácil porque la izquierda pasó a radicalizarse demasiado, en lugar de hacer una oposición constructiva, las represalias contra la iglesia fueron aumentado, se sucedieron diversas revueltas como la revolución de octubre de 1934 que por un lado fue una revolución desde el mismo PSOE  y por otro lado, fue usado como conejillo de indias de excusa para unir a la izquierda. Por otro lado también se empezaron a  suceder movientes independentistas como el de Cataluña del cual el presidente de la Generalidad Catalana fue detenido.


Si bien es cierto que muchas veces se le echa la culpa a la CEDA, la realidad es que el gobierno que estaba al mando en este momento era el de Alejandro Lerroux con el Partido Radical Republicano, además de que los ministros que gobernaban eran del mismo partido, por lo que normalmente en los colegios se suele omitir bastante este detalle cuando se explica el papel de la derecha en este etapa de la república. 


Posteriormente ocurre otra etapa del gobierno donde empiezan a tomar ministerios integrantes de la CEDA. Muchos lo achacan a una estrategia de Gil-Robles, pero yo lo prefiero entender de una manera distinta que no he oído hablar a muchos historiadores y es que, es sabido el carácter controvertido de Lerroux. Lerroux era una persona por lo general explosiva, solía tener varias personalidades y constantemente cambiaba de criterio o decisión. Ciertamente fue una persona que supo llegar al poder pero no supo conservarlo, esto dio paso  a que bajara su popularidad por muchas de sus decisiones, especialmente por la forma en la que reprimió la revolución de octubre de 1934 o el intento de independencia de la Generalidad de Cataluña.


Esto provocó que la CEDA pidiera la cabeza de los ministros de Lerroux y fuera poniendo a los suyos. Aquí se dio una política que muchos historiadores siempre han considerado como contraria a la del gobierno anterior. La verdad es que no les falta razón, pero hay que decir en defensa, que el problema no es que la CEDA hiciera lo contrario al gobierno anterior, es que la CEDA reformó determinados elementos estructurales que estaban provocando demasiada conflictividad social en beneficio de la clase obrera exclusivamente. Por ejemplo intentó una política conciliadora con el sector católico de España que era muy numeroso, volviendo a permitir la educación religiosa y sobre todo, eliminando a los numerosos miembros de los consejos educativos que eran militantes del PSOE y que estaban izquierdizando la educación.


Por otro lado estableció una política agraria más equitativa con el propietario ya que el anterior gobierno estableció un sistema de expropiación donde el propietario no participa de los precios, lo cual hizo que estos pudieran incluso recurrir para evitar que les expropiaran fincas por poco dinero. Crearon la expropiación forzosa por razón de utilidad pública, algo que el siguiente gobierno del Frente Popular usó bastante.


En lo que se refiere a la política laboral ciertamente debilitó el papel de los sindicatos y controlaron las huelgas abusivas, pues estas más que un instrumento de protesta laboral, pasaron a ser un instrumento de protesta política que dependía de los sindicatos que formaban parte de los partidos de izquierda.


Ya en 1936 se suceden las siguientes elecciones y gana la izquierda aunque no con poca polémica, pues el gobierno interino nunca llegó a publicar por entero los resultados. Además en ciertas provincias hubo segundas vueltas. Si bien la mayoría de los historiadores dan por ganador al Frente Popular, es cierto que hubo mucha polémica sobre todo porque en ciertas provincias se denunciaron prácticas fraudulentas y en otros donde ganó la CEDA se anularon los resultados por causas que no se han llegado a entender.




Lo que está claro es que la CEDA perdió las elecciones más que nada por la desunión que tuvo en su etapa final de gobierno, donde mucho de sus grupos empezaron a integrarse en Falange Española ante la radicalización de la política española y sobre todo, porque no estaban de acuerdo con el final de mandato de la  CEDA la cual pudo haber provocado un golpe de estado cuando estaba de gobierno interino y no lo hizo, entre ellos Franco ya estaba al acecho, lo cual hizo que muchas facciones se retiraran. Ciertamente es difícil saber quién ganó, porque aunque el sistema electoral era por listas abiertas, se votaba a cada candidato de manera individual, por lo que tenía la dificultad de saber a quién se le daba el apoyo en términos de coaliciones.Por lo tanto como hemos visto, aquí vemos una de las causas más importantes que a mi juicio afectaron a la república como es ese exceso de competitividad, polarización y sobre todo híper fragmentación, pues aunque había grandes partidos, estos no eran estables, si no que eran una coalición de muchos partidos a su vez o corrientes, que el sistema electoral no penalizaban en caso de escisión. 


La cuestión es que la CEDA surgió como un movimiento de contestación quizás al gran defecto que tuvo la república, porque si bien no todos los Cedistas eran antirrepublicanos como se suele decir, tampoco estaban a favor de un movimiento que había ido en contra de lo que más le dolía a muchas clases sociales mayoritarias en España, entre ellas la clase media. Esto provocó que la CEDA surgiera como una necesidad a la contestación a un sistema demasiado dominado por la izquierda y la clase media-baja, baja. Un sistema que quiso una ruptura demasiado radical con valores y costumbres como eran las religiosas, que siempre han caracterizado a la sociedad Española. El problema de la CEDA fue a su vez el mismo que el de los gobiernos de izquierda de la república, una falta de unión y de políticas que miraran por el interés general, sobre todo debido a ese constante panorama de inestabilidad electoral que tenían todos los partidos, por lo que esto provocó al final una excesiva radicalización que cargó contra los intereses de la república.  Aunque siempre se ha visto como un partido que intentó quitar la dictadura, la CEDA como veremos en el discurso más abajo, realmente siempre se postuló para cambiar ciertos excesos democráticos que en cierto modo en la teoría eran muy buenos pero en la práctica, provocaron abusos y exceso de conflictividad, empezando por el sistema electoral de la República que hacía un panorama electoral demasiado inestable.

Nos calumnian quienes dicen que las derechas derogarán toda la legislación social. Derogaremos aquello que suponga un abuso, no las legítimas conquistas del obrero. Derogaremos los excesos socialistas, que han destruido la economía y acrecentado el paro y la miseria, pero mantendremos y aún reforzaremos la protección a las clases trabajadoras. Exaltaremos el trabajo honrado, iremos al establecimiento del salario familiar, de la propiedad familiar y de los seguros, y aumentaremos los pequeños propietarios. 

Cada región tiene su carácter y su ambiente propios. Por esto somos regionalistas y no queremos imponer a las regiones el yugo de una legislación centralista y unitaria. Queremos para ellas una autonomía racional que no disgregue, sino que una. Contrarios al separatismo, sí; pero también a que el desconocimiento regional pueda impulsar al separatismo. Queremos la autonomía que nace de nuestra tradición, de nuestr



a historia y de nuestro carácter. 

Obtendremos un éxito clamoroso, constituiremos la minoría más numerosa del Parlamento; pero no asumiremos aún las responsabilidades del poder. Gobernaremos desde fuera, ya que haremos imponer nuestro criterio para que no se pueda actuar contra las derechas. Nos mantendremos a la expectativa de la disolución de nuestros adversarios y de los partidos que hoy se llaman de centro y antes fueron revolucionarios. Dejaremos que gobiernen esos antiguos revolucionarios, alguno de los cuales ha llegado a rezar hoy el Padrenuestro. Y así nos convertiremos en herederos legítimos de esas combinaciones. 

En el mundo entero están fracasando el parlamentarismo y los excesos de la democracia. Por eso, nosotros no sólo atacamos a la Constitución en su parte dogmática, donde se encuentran todos los atropellos a nuestra conciencia, sino también en su parte orgánica, que contiene un exceso de democracia, el parlamentarismo que está hundiéndose en el mundo entero. Ante estas corrientes antidemocráticas que llegan a España, las próximas Cortes pueden suponer el desprestigio del Parlamento. No podemos caer envueltos en su descrédito. Las derechas deben constituir la reserva para el porvenir, cuando hayan fracasado los partidos de centro. 

No queremos, además, que el país esté dando saltos de un extremo a otro, de la anarquía a la dictadura, de la violencia de las masas a la violencia de la dictadura. Aspiramos a centrar la política, con un sentido nacional inspirado en la tradición, en los principios de derecho público cristiano, que frena los excesos de la dictadura y de la democracia. Los partidos políticos se deshacen y surge un movimiento nacional amplio, sin exclusivismos ni clientelas, que busca la colaboración de todos los españoles. Acción Popular nació para esto. Por eso me dirijo con palabras de pa
z y de concordia a todos los españoles ( ... ). 

Discurso de Jose María Gil-Robles al cierro de campaña de 1933.


Javier. P. Bautista

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