SOBRE EL SISTEMA DE
OPOSICIONES ESPAÑOL
Sobre la eficiencia de las oposiciones como un sistema de
elección de los trabajadores públicos. Es bastante más sencillo de lo que
parece y aunque muchas veces nos lo pintan como un mantra que no debe ser
movido, realmente las oposiciones hoy en día es un sistema que se ha demostrado
bastante obsoleto y con creces. Nuestro sistema de oposiciones básicamente
viene del S.XIX, un sistema que tiene sus raíces muchos siglos más atrás, fue
Max Webber el que teorizó sobre un sistema de exámenes para acceder a la función
pública con objeto de una mayor igualdad en el acceso. No obstante, este
sistema que en su día fue toda una auténtica innovación, se ha quedado bastante
obsoleto, sobre todo si tenemos en cuenta que es precisamente en los países donde
menos se aplica este sistema, los que suelen ser más eficientes. Un ejemplo de
ello es por ejemplo Estados Unidos o Gran Bretaña y por supuesto, los países escandinavos.
Y es que realmente el sistema de la oposición hoy en día se
ha visto obsoleto por muchas razones. Entre ellas la más importante es quizás
que no garantiza buenos trabajadores públicos, el hecho de realizar un examen. Una prueba que no garantiza que entre el mejor
académicamente, si no que garantiza una igualdad en el acceso que en cierto
modo es bastante relativo, sobre todo si nos circunscribimos al ámbito de las
oposiciones municipales, donde por lo general hay mucho enchufe. Pero esta
igualdad no es tal, ya que en cierto modo también entra otro factor clave en el
acceso al mismo como es la capacidad de memoria y sacrificio, es esta, y no
otra la que da posibilidades de acceder a la función pública, algo que
realmente no tiene sentido. Un alto coste psicológico y social realmente no
compensa en un sistema realmente obsoleto y que no es eficiente en términos de
trabajo y dinero.
Digamos que en la administración pública existen dos grandes
ramas: En este caso la inglesa o proveniente del common law que se caracteriza
por no estar tan reglada y por otro lado, la francesa o sistema reglamentado en
el que todo está establecido en leyes y reglamentos. Ello influye realmente en
las administraciones públicas en su forma de organizar desde sus organismos
hasta la selección de personal. En este caso el derecho reglamentario lo que
busca es una igualdad siempre ante todo, caracterizado por que este ha cuajado
más en países que por lo general o han tenido más influencia francesa o no han
tenido tanta estabilidad política. No así el common law ha crecido en países de
influencia inglesa o países más estableces políticamente, sobre todo en países
de influencia inglesa.
Y es que la administración pública en España exige una especialización
de los trabajadores en determinados puestos. Dicha especialización se hace a
través de esos sistemas de oposición en el cual el futuro funcionario, optará a
un puesto que por lo general es poco versátil y suele estar muy reglado, sin
que además, se les exijan otras facultades que son igual o más importantes,
como solucionar los problemas, algo que yo creo que lea esto, sabe de lo que
hablo.
Es muy sencillo. SI comparamos los modelos de contratación
entre países, nos damos cuenta que mientras en España hay que pasar unos
engorrosos exámenes, en países como Inglaterra o Estados Unidos directamente los
requisitos para acceder dependen de tu currículum o habilidades. En este caso
muchas veces no solo cogen a los mejores de sus carreras por currículum, si no
que muchas veces se hacen exámenes de acceso a la función pública pero que no
van tanto por la capacidad memorística de los candidatos, como por la capacidad
de estos para resolver problemas, tener empatía, etc...
No es casual que en los países anglosajones, tienden a
contratar a personas de carreras de sociología, expertos en políticas públicas
o el caso de Noruega, en el que por lo general lo que se suele pedir, es una
especialidad de las políticas públicas como teoría de la organización. En
general en España se han dado algunos pasos, creando carreras como las de
gestión pública, pero realmente la carrera es más un compendio de numerosas
ramas de la administración que tampoco se enfoca a la administración como tal. Es curioso que por tanto, se prescinda de
conocimientos memorísticos para acceder y sin embargo se premien otros que
tienen más que ver con la gestión pública. Aunque esto no es casual, y es que
por lo general estos trabajadores están a acostumbrados a manejar presupuestos
en base a objetivos, algo que aunque en España se ha demonizado, quizás el
problema sea más estructural, como la previsión de presupuesto necesario o la
capacidad real de los trabajadores como técnicos de gestión pública.
Se podrá decir que muchos de estos trabajadores están en
precario, pero realmente no es así ya que estos trabajadores gozan de garantías
y protecciones para que no sean tan fácilmente despedidos, ello no quita que no
puedan serlo, y es que por lo general en la administración pública de estos
países la eficiencia de eficacia/ Objetivos, debe ser una prioridad. Todo ello
conlleva a que en este caso, tengamos una de las administraciones más grandes y
a la vez más ineficientes de Europa. Todo cambiará el día que deje de reglarse
absolutamente todo, ya que el sistema reglado que tenemos es demasiado
garantista (Sin que en la práctica suponga garantías reales) y a su vez
ineficiente.
Javier. P. Bautista
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