PARTIDO ANDALUCISTA.
Cuando hablamos del partido Andalucista, estamos
hablando de la historia de los últimos 50 años. El Partido Andalucista el cual
está acabado, no es sino el ejemplo de como el nacionalismo mal llevado puede
acabar contigo, a pesar de como ha ocurrido en otras comunidades autónomas. Nos
tendríamos que remontar a los años 60 cuando ya unos jóvenes Rojas M arcos o Luis
Uruñela ya se reunían en torno a la Universidad de Sevilla y teorizaban sobre las
obras de Blas Infante. El nacionalismo Andaluz fue un tema que más lejos de
Blas Infante, nunca llegó a cuajar en Andalucía salvo intentos muy concretos.
Ya en los años 70 empezó a partir de una plataforma
denominada Compromiso Político de Andalucía, se crea el Partido Socialista de
Andalucía, el cual acaba adoptando su nombre original de Partido Andalucista en
1984. Dicho partido se destaca por
varios puntos:
-
Defensa de la democracia
-
Socialismo económico.
-
Liberalismo cultural.
-
Autonomía del estado.
Y es que como hijos ideológicos del intelectual Blas
Infante, surge un partido con un corte claramente Republicano y federalista,
basando el pilar de la independencia de Andalucía en un nacionalismo cultural
sobre todo. Al poco de crearse se le anexiona la Junta Liberal de Andalucía,
plataforma fundada por Blas Infante del cual todavía quedaban algunos miembros.
En general el Partido Andalucista empezó muy bien su
andanza política desde un punto de vista moderado en su nacionalismo y posición
política, pero crítico en cuanto a las políticas centralistas. Llegó a tener
presencia en principales ciudadanos de Andalucía, tener cinco escaños en el
congreso nacional en 1979 e incluso llegar a gobernar en colación con el PSOE
en el año 96.
Sin embargo ya a partir del año 2000 la andanza
política del PA empezó a flaquear cada vez más. Llegando a perder la mayoría de
las alcaldías y escaños que tenía.
Rojas Marcos como alcalde de Sevilla desfilando en una procesión. |
¿Qué falló en el PA?
Siendo una larga cadena de despropósitos la que tuvo
este partido, hay que resaltar que la piedra de toque del comienzo de todo fue
precisamente la creación del estatuto de autonomía. Cuando se votó el Estatuto
de Autonomía de Andalucía en 1980, este se aprobó con el 54% de los votos,
llegando incluso a rechazarse en provincias como Jaén o Almería. Dicho referéndum
se iba a aprobar por la vía del artículo 151 de la Constitución Española,
artículos reservados a determinadas regiones como Barcelona o País Vasco. Este
procedimiento no pudo realizarse a tener de este artículo y por lo tanto, se
llegó a un acuerdo con el entonces presidente de España Adolfo Suarez, pero
reconducir el proceso autonómico de Andalucía por el artículo 143 que es el
ordinario y más tarde por el 144 creando un estatuto muy concreto para
Andalucía que el resto de comunidades no tenía. Si bien este estatuto no
concedió nada claro ya que supuso un estatuto de autonomía al uso, de los
llamados vía lenta o últimas comunidades con estatutos, es decir, son estatutos
que al uso no tienen mucho valor como el que pudiera tener el catalán o vasco.
Esto le valió la pérdida de parte del apoyo andalucista a favor del PSOE, que
empezó a enarbolar la bandera del andalucismo en detrimento del PA, ya que
entendía que lo que el PA había hecho, es una traición a Andalucía.
Otro de los grandes problemas del PA fue el pacto de
gobierno en la Junta de Andalucía en el año 96 hasta 2004, año que fue absorbido
por el PSOE en las urnas.. La gran oportunidad que tuvo el PA gobernando en
colación en la Junta de Andalucía lo desaprovechó completamente, pues en vez de
mostrar una actitud agresiva y reivindicatoria con el partido al que apoyaba en
el gobierno, mostró una actitud bastante laxa y complacida, donde no se
destacaba por la reivindicación. Ello hizo que por lo general el PA perdiera
ciertos apoyos, y es que como vimos con IU cuando pactó con el PSOE, la
historia se repitió también.
Por otro lado y a partir del año 2000, el PA se
resquebraja en tres corrientes. La corriente de Pedro Pacheco histórico alcalde
del PA en Jerez. La corriente oficial y nuevo andalucismo. Ambas corrientes
presentan proyectos bastante parecidos pero muy personalistas. La corriente de
mayoría por el cambio se acaba escindiendo del PA porque su fundador no iba
como candidato a la Junta de Andalucía. En este periodo el PA en general se
parte en tres corrientes las cuales son de ideologías distintas, pues mientras
la oficialista era más de corte conservador, Nuevo andalucismo era más de
izquierda. Esto hizo que se crearan dos congresos posteriores más, donde continuamente
se refundaban las ideas y surgían nuevas corrientes dentro del PA, lo cual
contribuyó a que no hubiera una
verdadera identidad andalucista, ya que no había tampoco una idea clara
y estable que llegara a calar dentro del electorado andaluz. El andalucismo
sobrevivió porque en sus años de oro de la mano de buenos dirigentes, tuvo
suficiente rédito para recogerlo en años posteriores, pero conforme este se le
fue acabando, sus votos fueron acabando.
Pilar Távota: última candidata a la alcaldía de Sevilla por el PA. |
En la forma de hacer política, el andalucismo siempre
ha pecado de una política andalucista clara. Cuando tú quieres extender un
nacionalismo, tú tienes que invertir dinero en políticas dirigidas al sentimiento
andalucista, gestos dirigidos al sentimiento andalucista, esto es algo que
estamos hartos de ver en los partidos políticos catalanes o vascos. El PA sin embargo
nunca llegó a cuajar porque su forma de hacer política era más pendiente de las
instituciones que de la calle. La política de Rojas Marcos como alcalde de
Sevilla, quitando el intento de metro o el estadio olímpico, se quedó en eso.
En una política plana y marcada por ciertas polémicas urbanísticas. Todo ello
contribuyó a que el Andalucismo no lograra un crédito como tal.
Por otro lado y un punto ya más sociológico, partimos
de la base que cuando vemos los resultados del CIS en cuanto a nacionalismo
dentro de Andalucía es una paradoja que Andalucía es de las comunidades que más
españolas se sienten y que prefieren un estado autonómico a uno independiente,
Pero es más, cuando se les pregunta a los andaluces sobre el Andalucismo
realmente la mayoría llega a un acuerdo que el andalucismo es una cuestión más
cultural. Por tanto es realmente difícil tener una identidad andaluza a nivel
político, si esta no traspasa el ámbito cultural para hacerse un fenómeno político.
Es complicado y más si cabe, que si leemos sobre Andalucía, observamos que
realmente la partición territorial actual de Andalucía es relativamente
moderna, pues Andalucía siempre ha estado marcada por el denominado Reino de
Sevilla y Reino de Granada, culturalmente provincias opuestas, lo cual hace que
tasar una identidad cultural en una región tan distinta de un sitio a otro sea difícil,
pues un requisito para crear una comunidad política es una comunidad
culturalmente homogénea.
Javier. P Bautista.
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